lunes, 30 de marzo de 2009

Tema 4: La Igesia de Dios


















1. La Iglesia, comunidad de los creyentes











Ninguna respuesta se ajusta a la verdadera definición de Iglesia que vamos a analizar en esta unidad.






Con el término iglesia no nos referimos a un lugar de reunión. Tampoco es la asociación de los cristianos, ni que está compuesta únicamente por la jerarquía eclesiástica.





El término Iglesia viene del griego ekklesia, que significa "asamblea":






- Los ciudadanos convocados son los cristianos.






- El mensaje público que los convoca es Jesús y su mensaje.






En el Nuevo Testamento la comunidad emplea ese término para referirse a sí misma, indicando así que ella es la asamblea de Dios, la verdadera comunidad de Dios.




Por tanto, la Iglesia es Dios. Los cristianos forman parte de la Iglesia pero quien les llama a pertenecer a ella es Dios.




En este sentido, podemos distinguir dos partes en la Iglesia:





- Una parte externa y visible, formada por la comunidad de las personas que integran la Iglesia, así como su estructura y organización.








- Y una parte espiritual e invisible, en cuanto que la Iglesia procede de Dios y sus miembros están unidos a Jesús formando un solo cuerpo.





Desde sus inicios, la Iglesia proclama que la fe cristiana se vive, se comparte y se alimento en la comunidad de los creyentes en Jesucristo.



















1.1. Jesucristo, origen de la Iglesia






La iglesia siempre ha reconocido a Jesús como su fundador.






La comunidad de discípulos






Entre las multitudes que seguían a Jesús, los Evangelios distinguen expresamente a los llamados discípulos.






Los Doce






De esa comunidad de discípulos, Jesús convocó a un grupo más reducido, con quienes mantuvo una relación especial. Les llama apóstoles, enviados.






Los Doce tienes la misma misión que Jesús: anunciar el Reino de Dios y hacer signos que el reino está ya presente.






El número doce está cargado de simbolismo en la Biblia.






Los doce apóstoles elegidos por Jesús significan la totalidad del nuevo Pueblo de Dios.






Jesucristo sigue convocando






Jesucristo, a través del Espíritu Santo, sigue convocando y congregando a su Iglesia. Los cristianos son llamados, a celebrar y comunicar la fe en comunidad.











1.2. La Iglesia, misterio de comunión






El Espíritu Santo, fuerza y vida de la Iglesia





Hemos visto que, con la llamada a los apóstoles, Jesús inició la Iglesia. Podemos decir que en vida de Jesús se constituyó la semilla de la Iglesia, pero que esta semilla germinó con en envío del Espíritu Santo el día de Pentecostés.










Es el nacimiento público de la Iglesia. Pentecostés y la comunidad de los discípulos. Recuerda que el final dramático de Jesús escandalizó a los discípulos, que se dispersaron, huyeron y se escondieron.










La situación, sin embargo, no cambió después de la resurrección de Jesús y, definitivamente, con el envío del Espíritu Santo en el día de Pentecostés.










El Espíritu Santo y la IglesiaEl don del Espíritu Santo es esencial para la vida de la Iglesia, como lo fue para su nacimiento. San Pablo utiliza para expresarlo otra imagen bíblica: la Iglesia es el templo del Espíritu Santo; es decir, la Iglesia es la morada del Espíritu Santo entre los hombres y mujeres.










El Espíritu Santo en la Iglesia es también como el alba en el cuerpo, es decir, lo que da vida a la Iglesia y la renueva. Es el que la guía en la actividad misionera. Es el que mantiene en la verdad.










María en la comunidad cristiana. El libro de los Hechos de los Apóstoles, que es el que nos narra los inicios de la Iglesia, nos presenta a María, la madre de Jesús, presente también en estos inicios. La primera comunidad se reunía con María para orar.

2. La Iglesia, Pueblo de Dios

En el Concilio Vaticano II la Iglesia se definió a sí misma como Pueblo de Dios. Con esta afirmación se nos quiere decir que la salvación no se otorga a cada uno por separado, sino a una comunidad, es decir, a la Iglesia.


Llegados a este punto, podríamos pensar que, puesto que la Iglesia es un pueblo, se trata de una sociedad humana más, como tantas otras. Pero la Iglesia no es un pueblo en el sentido corriente de la palabra.


-La Iglesia es el nuevo pueblo de Dios.


-Es un pueblo universal.


-Se llega a ser miembro por la fe y el bautismo.


-Tiene autoridad fundamental a Jesucristo.


-Su ley es el mandamiento nuevo.


-Su misión es ser la sel de la tierra y la luz del mundo.


-Su destino es el Reino de Dios.
2.1 La organización de la Iglesia



Para poder llevar a cabo su misión, la Iglesia dispone de una serie de servicios que los cristianos realizan de acuerdo con los carismas o dones que reciben del Espíritu Santo.


Según los servicios llevado a cabo, distinguimos entre los ministros ordenados y los laicos y laicas:



-Los ministros ordenados son los cristianos que han recibido el sacramento del orden y que dedican su vida al servicio de la comunidad. Continúan la labor de los apóstoles y asumen la responsabilidad de representar a Cristo ante la comunidad. Son los obispos, sucesores de los apóstoles, y sus colaboradores: los presbíteros y los diáconos.



-Los laicos y laicas son los cristianos que viven el Evangelio desde su vocación concreta y que se esfuerzan en santificarse en el ejercicio de su trabajo y en el cumplimiento de sus responsabilidades...



También, tanto entre los laicos y laicas como entre los ministros ordenados, hay que destacar a los religiosos y religiosas, cristianos que viven en comunidad y se consagran a Dios mediante una promesas o votos de castidad, pobreza y obediencia.





























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