Mujeres quemadas por no renegar el nombre de Jesús mientras sus familiares rezaban :
"Jesús, acoge sus almas". El jesuita Pedro Kibe, fue torturado durante diez días seguidos, él, alentaba a los catequistas martirizados junto a él.
La celebración fue presidida por el cardenal Seiichi Peter Shirayanagi, arzobispo de Tokio, con la presencia del cardenal José Saraiva Martins, enviado del Papa para la ocasión.
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